ERMITA DE SAN ANTOLIN Y SAN ROQUE
Alto Nervión
Zeberio | Bº Zubialde
Resumen (PDF)
Barrio Zubialde (48499)
p.santotomas.zeberio@bizkeliza.org
Este templo, construido a partir de 1964 como parroquia de la Natividad de Nuestra Señora, se adelanta en su disposición interna a las nuevas directrices emanadas del Concilio Vaticano II, que no fueron recepcionadas oficialmente en Bizkaia hasta 1967.
Pero aquella parroquia nunca llegó a funcionar como tal. Al terminarse su construcción se redujo a la condición de ermita, Adoptó entonces la advocación de San Agustín y San Roque, correspondiente con anterioridad a una ermita cercana –situada a menos de 100 metros– que precisamente había sido desacralizada con motivo de la construcción de la parroquia de la Natividad.
Edificio [1]
Completa esta planta una reducida sacristía en el ángulo entre la cabecera y la capilla.
Al exterior un pórtico bordea el templo por los lados de los pies y evangelio, aunque en éste no se ciñe al templo, creando un patio e inscribiendo toda la planta en un rectángulo. Este soportal es además paso de comunicación hacia las antiguas casas curales y otras dependencias parroquiales que formaron parte del mismo proyecto constructivo.
Como es frecuente en los templos contemporáneos su orientación no se adecúa a la canónica este-oeste, sino que abriéndose hacia la inmediata carretera se dispone en sentido noreste-suroeste.
La limpieza de las formas y volúmenes generan un edificio diáfano [3] [4], de fácil lectura interior, aunque más opaco externamente al quedar uniformizado bajo los amplios faldones de su cubierta.
La construcción se basa en una estructura de pilares y vigas de hormigón armado entre las que se tienden muros que en su exterior muestran ladrillo cara vista.
Un par de gradas elevan conjuntamente los dos presbiterios [5], el de la nave principal y el de la capilla, si bien en aquella el altar aún se levanta otros tres escalones.
El pavimento es de losas de piedra negra en el cuerpo de la nave, sustituido por un terrazo más claro en las cabeceras y espacio de diario.
La cubierta es a dos vertientes con la cumbrera en sentido transversal. La unión de ambas hojas genera un escalón para un lucernario corrido a lo largo de toda la anchura de la nave.
El tejado es una placa de hormigón forrada externamente de chapa metálica pintada de rojo.
La capilla [6] repite el mismo modelo de cubierta y tejado, aunque lógicamente a menor altura y con menor desarrollo.
La luz entra al templo por el indicado lucernario entre las hojas del tejado y por una línea de ventanas corridas en el remate de todos los muros –excepto el de cabecera de la nave–, algunas practicables. Todos estos vanos se enmarcan en carpinterías de hierro.
Esta disposición de los vanos –elevada, perimetral–, unida al hecho de que los vidrios sean traslúcidos y no transparentes, genera una iluminación tenue y homogénea.
Hay además un gran ventanal en el lado epístola del presbiterio, cerrado con una vidriera [7] de diseño geometrizado en la que se parece representarse –de forma un tanto confusa– la Natividad.
Se abre el acceso principal [8] a los pies, adintelado, para dos puertas de doble hoja. A sus lados sendas aguabenditeras [9], bloques de piedra paralelepipédicos en cuya cara superior se excava un pocillo semiesférico.
En el lado evangelio hay otra puerta, adintelada.
La sacristía [10] es una exigua estancia rectangular, con acceso directo desde la calle y desde el presbiterio a través de sendos pasos adintelados. Se cubre con cielo raso inclinado según la pendiente de la cubierta. Se ilumina por una serie de lucernarios similar a la de nave y capilla –parte de ellos se abren en la pared que separa la sacristía de esta última estancia, no recibiendo por tanto luz directa desde el exterior–, sustituidos hacia el testero por pavés.
Como decíamos el pórtico [11] ayuda a regularizar la planta del conjunto, inscribiéndola toda en un rectángulo. Es un pasillo cubierto por una sucesión de bovedillas a dos aguas dispuestas transversalmente y apeadas en pilares, todo de hormigón.
En la zona que se separa del buque del templo se le ha dotado de una celosía y barandilla de prefabricado de hormigón.
En el patio envuelto por el pórtico se alza una espadaña [12] exenta, dos pilares convergentes formando un triángulo que acoge la campana y arriba una cruz, una vez más de hormigón.
El proyecto de la parroquia de la Natividad de Nuestra Señora fue entregado en diciembre de 1963 por el arquitecto Cástor Uriarte, aunque en realidad su autor fue Francisco Javier Ortega Uribe-Echevarría (quien no podía firmar directamente porque su título, obtenido en Bélgica, no había sido aún convalidado) [13] [14] [15] [16] [17] [18]1ACOB-KBGA, Parroquia de Santo Tomás de Olabarrieta - Zeberio, sign. D2-0147/005..
La nueva iglesia asumía las ideas que en aquel momento estaban siendo plasmadas en el Concilio Vaticano II (1962-1965), que buscaban dar a los templos un sentido más comunitario, menos jerárquico. Esto se manifestaría principalmente en una nueva organización de las plantas y en una conceptualización de los espacios. Lejos de cualquier referencia estilística y de la profusión ornamental, se trataba de crear ambientes austeros y funcionales.
Ortega aplicó aquí estos criterios, en los que ahondaría poco más tarde en la iglesia del Carmen de Indautxu (Bilbao) y en otras obras posteriores2PÉREZ DE LA PEÑA OLEAGA, 2004, pp. 266-269, 272..
El templo, sin embargo, nunca llego a funcionar como parroquia: tras su construcción se trasladó a él la doble advocación de la ermita cercana, que fue desacralizada y destinada a otros usos.
1. ACOB-KBGA, Parroquia de Santo Tomás de Olabarrieta – Zeberio, sign. D2-0147/005.
2. PÉREZ DE LA PEÑA OLEAGA, 2004, pp. 266-269, 272.
PÉREZ DE LA PEÑA OLEAGA, Gorka. Bizkaiko eliz arkitektura garaikidea. 1865-1975. Erromantizismotik Mugimendu Modernora / Arquitectura religiosa contemporánea en Bizkaia. 1865-1975. Del Romanticismo al Movimiento Moderno. Bilbao: Eleiz Museoa. Bizkaia / Museo Diocesano de Arte Sacro, 2004.
MOBILIARIO
Escultura
Imagen de San Antolín [19] (86 x 27 x 31). Madera policromada. Procede de la antigua ermita de San Antolín y San Roque. Talla de hechura compacta, que presenta una figura que camufla sus volúmenes con una amplia dalmática que le baja hasta los pies, completada con manípulo y collarín. Sujeta libro y palma de martirio, y su gesto llega incluso a resultar hosco. Las telas son amplias y duras, con poca licencia al plegado. Se repolicromó en 1765 por Luis de Foncueba, que cobró 210 reales, peritando su trabajo el pintor y dorador bilbaíno Ramón de Villalón3PEREZ URRAZA, 2009, p. 53.. Renacimiento, romanismo, finales del siglo XVI.
Imagen de San Roque [20] (88,5 x 42 x 26). Madera policromada. Procede de la antigua ermita de San Antolín y San Roque. El santo está flanqueado por el habitual perro, que le lleva un mendrugo, y un ángel que asiste sus llagas. Va ataviado como peregrino, con bordón, sombrero y capa, y se presenta en pose dinámica mostrando la herida de la pierna. Es una talla de volúmenes rotundos, paños lanosos y expresividad contenida. Como la anterior, fue repolicromada por Foncueba (195 reales), peritando Villalón4Ibid.. Renacimiento, romanismo, finales del siglo XVI.
Pintura y obra gráfica
Ya hemos indicado la presencia de una vidriera [7] en la que se representa una singular Natividad. De formas geometrizadas con predominio de tonos azules, aparece María orante en un extremo y al otro, bajo la cruz y la estrella, se esboza un pesebre para el Niño y su corona.
JMGC – RCL
3. PEREZ URRAZA, 2009, p. 53.
PÉREZ URRAZA, Kepa. “Zeberio haraneko ermiten zehar ibilaldi historiko-didaktikoa”. En Euskalingua. Bilbao: Mendebalde Kultura Alkartea, 2009, nº 14, pp. 43-62.
4. Ibid.